jueves, 2 de mayo de 2013

No necesito un dios.


No necesito un dios ni un premio o condena.
Quiero un mundo donde las serenatas sean imperfectas.
Donde los océanos sean intrazables.
No necesito un dios. No lo quiero.
El único en el que creo es el que existe en una constelación paralela
Y gemela
Que decidió jugarme un bromita al inventarme como su personaje.
Qué cínicas sus musas.
No necesito un dios: yo puedo crear por mí misma.
Puedo vivir milenios en mis cicatrices de tinta.
No necesito un propósito: sólo existencia pura.
No quiero excusas. No quiero justificaciones absurdas,
De niños tanteando a oscuras.
Existimos. Eso es todo.
Nos hacemos leyenda por nosotros mismos y nosotros nos haremos inmortales.
Las leyendas existen porque primero las contaron.
Quien decidió trascender así, con palabras, ¡qué locura!
No necesito un dios.
Sólo una pluma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Conviértanse en musas, por favor.