sábado, 18 de mayo de 2013

La hermandad



Allá arriba titilan estrellas.
Frías y lejanas, no menos bellas.
Pero saben algo y nosotros preguntamos,
Pero el conocimiento que guardan
Es valioso solo porque todos lo ocultamos.

Somos vagabundos, que relegan fe al olvido.
Hermandad que ve como todo se sume en el Abismo.
Bajo cada cielo estamos.
Quizá ocultos o dispersos, pero estamos.
Preguntaos esto: ¿Qué es vivir en el impasible silencio de la espera?
¿Qué es cobijar canciones y esperar el regreso de nuestra Reina?
¿Qué es perseguir un poema, al que miles de manos persiguen,
deseando el amor que viaja más allá de sus fronteras?
Ah, hermandad extraña. Siempre tendremos un mañana.

Somos como estrellas.
Eternos y lejanos.
Distantes y olvidados.
Somos quienes os vigilan.
Somos los que el fuego ha creado.
Somos hermanos.
Somos lo único que el monstruo teme.
Podemos hacer que la Gran Guerra cese.

Porque somos tan antiguos como los dioses,
Pero estamos en tierra.
Porque dominamos los cuatro elementos que nos moldean.
Porque en tierra estamos y el agua nos alimenta,
El aire lleva nuestras risas y el fuego nos quita y da vida.

Somos vagabundos, que relegan fe al olvido.
Hermandad que ve como todo se sume en el Abismo.
Bajo cada cielo estamos.
Quizá ocultos o dispersos, pero estamos.
Preguntaos esto: ¿Qué es vivir en el impasible silencio de la espera?
¿Qué es cobijar canciones y esperar el regreso de nuestra Reina?
¿Qué es perseguir un poema, al que miles de manos persiguen,
deseando el amor que viaja más allá de sus fronteras?
Ah, hermandad extraña. Siempre tendremos un mañana.

Somos la hermandad.
Estamos y estaremos.

¿Porque qué son ustedes para el tiempo, náufragos en su hogar,
sino una nota perdida dentro de su canción universal?

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