lunes, 20 de mayo de 2013

Mundos-mentira


Quizá cuando dormimos es cuando más aprendemos.
Nuestra mente, nuestra conciencia, está siempre con nosotros.
Pero cuando nos abandonamos al sueño, a un mundo del que cada quien es dueño,
¿Quién dice que no podemos marcharnos a visitar la tierra de los espectros?

¿Por qué no podemos desprendernos del cuerpo 
y vagar a nuestro antojo, viajando en los recuerdos,
Construyendo mundos, avivando anhelos?
Cuando soñamos,
¿Por qué no podemos estar creando un mundo nuevo?
¿Uno nuestro?

¿Qué es real allá dentro?
¿Qué no?
¿Seremos para ellos un sueño?
¿Un viaje sin regreso?
¿Miedo?
¿Miedo de descubrir que su autor, el creador,
Los visita tanto, tanto?
O un beso,
¿Mientras duermen sin saber
Lo que les dejará aquel terrible regalo?

O quizá les deje siete libros,
Quizá un deseo olvidado,
Un desespero desechado,
Quizá sólo un canto...

Quizá un breve verano...
Un invierno de letargo,
Una primavera dulce,
Un otoño  largo, largo,
Pero que hace tanto daño...

Cuando, al despertar,
Se dan cuenta que sólo es real
Para un mundo
Y aquí afuera,
Sólo hay uno.
Y allí no existe nada de lo que yo he forjado,
Creador mudo.

Pero para eso duermo y canto,
Para poder volver a mi mundo,
A mi tierno espectro...
A mi hermosa sombra...
A mi tierra;
Donde yo soy Reina,
Y yo decido qué es real
Y qué es una dulce mentira de noches eternas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Conviértanse en musas, por favor.