Ese pozo amorfo de oscuridad apretujada que
sólo crece cada día más y más y más,
esta enorme maleta que embala en un mismo
rincón a las estrellas enanas y supremas.
Oriunda explicación eterna donde pusimos a los
dioses y a las espinas que son certezas.
Donde ni el tiempo ni la distancia significan
nada, donde toda regla se rompe y descalza.
Pupilas que ya me están cazando, anhelando
sumergirme en el infinito oscuro de su alma.
Eso es él para mí, un vuelo nocturno por constelaciones
nacidas apenas,
Un súbito deseo y desaire de las galaxias de
su piel cálida y morena,
Planetas, sistemas enteros que recorrería
errante como cometa,
En caricias impudorosas como sólo las
tormentas galácticas orquestan.
Puedo volar por este universo recién
descubierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Conviértanse en musas, por favor.