domingo, 28 de septiembre de 2014

500 Cartas/ Variaciones

Se sentía tan inocente, como un infantil juego.
Eran sólo líneas de poesía,
Hojas marmoleadas por ambarino tiempo.
Sobres sin remitente, buzones somnolientos
e intermitentes.
Eran paréntesis en mi vida,
Palabras empapadas de ambrosía.

¿Por qué me amas?
¿Por qué quieres herirme?
¿Cuántas más cartas?

Quinientas cartas de un extraño en el umbral de mi puerta.
Quinientas armas que vienen de mi Nunca Jamás.
Quinientas cartas, como cicatrices secretas.
Quinientos secretos… matándome, y ya no puedo más.

Se sentía tan inocente, como una quimera.
A la merced de una mano violenta
Se dibujaron mundos en mi cabeza.
No puedo escapar de lo que siento adentro.
En cada sombra, cazador, estás a la distancia de un aliento.
Te estás apropiando de mi vida,
Volviendo las palabras sinfonía.

¿Por qué me amas?
¿Por qué quieres herirme?
¿Cuántas más cartas?

Quinientas cartas de un extraño en el umbral de mi puerta.
Quinientas armas que vienen de mi Nunca Jamás.
Quinientas cartas como cicatrices secretas…
Quinientos secretos matándome, y ya no puedo más.

Encontraron la carta final yaciendo a su lado.
Había una sonrisa en su cara… fría como el hielo.
Y un último mensaje, eterno,
Sólo para mí y mi desespero:
“Ahora ya nunca olvidarás. Te veré en tus sueños.”

Quinientas cartas de un extraño en el umbral de mi puerta.
Quinientas armas que vienen de mi Nunca Jamás.
Quinientas cartas como cicatrices secretas,

Y quinientos secretos matándome… y ya no pude más.


Image by: Luulia